DE LA DES-ENCARNACIÓN A LA ENCARNACIÓN (Co-ponencia inspirada en el texto de Alejandra Montenegro)
La
compañera Alejandra Montenegro en su ponencia “parcialización y encarnación de
la objetividad” logra hacer una clara exposición argumentativa de las
propuestas teóricas de Haraway, de sus críticas al discurso científico sobre la
objetividad y de sus planteamientos sobre una nueva objetividad (feminista)
basada en una mirada encarnada de la realidad sin pretensiones canónicas dogmáticas,
más bien, una propuesta de objetividad basada en los contextos reales y los
conocimientos situados dentro de cada mirada, sin desconocer el origen o punto
de partida, una mirada encarnada objetiva.
Alejandra expone claramente que hay una intencionalidad detrás
del discurso objetivo científico, veamos lo que expone la compañera: “Donna
Haraway devela en la objetividad científica una característica no inocente, que
aunque lo pretenda, contesta y responde a intereses capitalistas, militaristas
y colonialistas.” Como es expuesto anteriormente, esta mirada
desencarnada del mundo tiene unas implicaciones políticas y sociales que además
someten la visión de cada uno de nosotros, y esta visión se da de manera inconsciente,
es decir, adquirimos esta visión canonica objetiva de la vida sin darnos
cuenta, puesto que es algo que se pone en nuestros ojos y no es puesto
completamente por nosotros, más bien por una intencionalidad política de
reconocer una visión del mundo como verdadera.
Dado esto, vale preguntarse sobre el proceso –hacia una
mirada encarnada- de transformar esta mirada canonica de la objetividad impuesta
a una mirada propia, pues , más allá de las propuestas teóricas, a manera muy
personal, pienso que este proceso de despojarse
de una mirada desencarnada no es proceso sencillo, pues hay que entrar en un
estado de conciencia, al que muy bien induce la autora, y hay que recorrer la
mirada canonica impuesta, conocerla, para saber que este es un discurso
alienante que nos despoja de nosotros mismos y después de eso, situarnos desde
el punto cero y empezar a construir lo que Alejandra Montenegro menciona como epistemologías
del reconocimiento.
Dentro de las propuestas de Haraway se da la intencionalidad
de llegar a ver el mundo desde una perspectiva no totalitaria ni impositiva; más
bien poder entender la realidad como un
mundo real, con puntos de enunciación reales, localizables, delimitados y
finitos, que den cuenta de un conocimiento situado, que no pretende imponerse
como verdad absoluta, sino como una verdad contingente a contextos y a condiciones
espacio temporales, como lo menciona la compañera Alejandra. Volviendo a esto
desde una perspectiva personal, nace una consideración sobre la posibilidad de
permitirse así mismo “ver encarnadamente” y nace la pregunta ¿Qué tipo de disposición
necesitamos para permitirnos ver encarnadamente y no ver desde el discurso canónico
objetivo? ¿Cómo despojarnos de esta mirada desencarnada y apropiarnos de una epistemología
del reconocimiento? Pues, siguiendo los rastros de Haraway, son preguntas que
nacen y se van dilatando cada vez más, perforan la conciencia y desacomodan por
dentro.
La compañera Alejandra menciona muy claramente la forma en que estas
miradas objetivas impuestas transgreden nuestra realidad personal, pues ella
dice como “estas posturas totalizantes no solamente configuran nuestros modos
de ver, sino que configuran simultáneamente nuestros modos de acción y nuestros
modos de relación con lo externo, donde nos encontramos con fenómenos de tal
talante como lo es la colonización del pensamiento, que da pie a concepciones
de dominación y subordinación, concepciones que no marcan solamente fronteras
conceptuales y/o teóricas, sino fronteras físicas, tangibles y hasta podríamos
decirlo, geográficamente localizables” Dado esto, y relacionándolo con mi
realidad, es evidente como estos procesos colonizadores nos impiden ver una
realidad amplia de nosotros mismos, y más aún, se posiciona esta visión del
mundo como verdadera y podemos caer en una suerte de ignorancia, creyendo que
estos discursos son una realidad impenetrable a cuestionamientos. ¿Cómo podemos
al menos sacarnos de este estado de ignorancia?¿de qué forma podemos contribuir
a distanciarnos con esta visión del mundo y propiciar un estado de conciencia
similar para con los demás? ¿Qué relación tiene nuestro papel como maestros en
formación en esta tarea? ¿implica este proceso de transformación un estado de dolor?
A modo de conclusión vale mencionar que me permito leer a la compañera Alejandra y a la autora Haraway desde una posición personal, intentando no solo entender la propuesta teórica desde una supuesta "objetividad filosofica" sino también situándome como agente pensante capaz de proponer sus propios planteamientos filosóficos ,como se intenta proponer en la teoría de Haraway, siendo consciente que es un proceso dado a la construcción y no un proceso dado en si mismo. Sin más, me gustaria mencionar como la lectura particularmente de esta autora es una posibilidad para replantearse a sí mismo y encontrarse con un rostro interior oculto que nos permite re-pensarnos, para mi han sido complejos los ejercicios de escritura tratándose de esta autora, puesto que me exigen replantearme como lector, como escritor, como estudiante de filosofía y como persona.
A modo de conclusión vale mencionar que me permito leer a la compañera Alejandra y a la autora Haraway desde una posición personal, intentando no solo entender la propuesta teórica desde una supuesta "objetividad filosofica" sino también situándome como agente pensante capaz de proponer sus propios planteamientos filosóficos ,como se intenta proponer en la teoría de Haraway, siendo consciente que es un proceso dado a la construcción y no un proceso dado en si mismo. Sin más, me gustaria mencionar como la lectura particularmente de esta autora es una posibilidad para replantearse a sí mismo y encontrarse con un rostro interior oculto que nos permite re-pensarnos, para mi han sido complejos los ejercicios de escritura tratándose de esta autora, puesto que me exigen replantearme como lector, como escritor, como estudiante de filosofía y como persona.
Comentarios
Publicar un comentario